martes, 17 de diciembre de 2019

Ya estamos allí

El pequeño Jorge tiene una pesadilla de nuevo, inquieto se mece en su cama, mientras, un grupo de sombras merodean por los pasillos de su casa, cruzan los rayos de plata que iluminan el patio, entran a la cocina, suben las escaleras y se acercan lentamente al pesado sueño de sus padres, en la habitación de al lado ve el  placido sueño de su hermana, el cual se rompe en un grito ahogado, ahogado por un guante tactico, estan detrás de su puerta y no puede despertar, al final los gritos ensordecedores de su madre llenan la obscuridad de la casa, los lamentos y maldiciones mezclados con el mas puro horror que ha escuchado salir de la boca de su madre se elevan hasta el cielo, y Jorge sudando envuelto en las sábanas de su cama los ve moverse entre las sombras de su recamara, Jorge intenta abrir los ojos y despertar, pero no puede porque no esta dormido.

martes, 5 de noviembre de 2019

El cielo sin estrellas

La pequeña holly con  su mirada cafe de 7 meses, mira al obscuro manto de la noche desde las sombras del piso del auto de su madre, mira como la boveda celeste se ilumina con los relámpagos de la guerra, el cielo truena como ya algunas otras veces a escuchado en su efimera existencia, inconsciente de si misma mira al cielo teñirse de rojo, de pronto los gritos y el dolor cesan, debajo del asiento solo puede ver el silencio y la paz que se posan sobre un cielo sin estrellas.

domingo, 2 de junio de 2019

Lluvia

Te llevas la lluvia hijo.

El auto avanzaba lentamente entre la niebla y el torrente de lágrimas provenientes del cielo, dos semanas habia durado su corta, cortizima visita, y la despedida se alargaba por un trafico inundado en lágrimas, el cielo gris les caia encima, moviendo el auto como a un barco, cruzandolo con los fuertes ventarrones, en los cristales los gusanos transparentes se alargaban lentamente, y a travez de la niebla solo las luces de otros autos perdidos podian verse, Mandalay apretaba en contra de sí su maleta, mientras sus ojos se inundaban de una ciudad apagada, antes de bajar del auto su padre lo mira con tristeza y le repite - te llevas la lluvia hijo-.