sábado, 8 de octubre de 2022

murió cc

Murio cc, no hay noticias, obituarios, misas, discursos ni poemas, solo la notificación sobria de un mensaje solitario, murio cc, no hay una razón, ni una historia, a mi al rededor nadie lo nota, parece que nadie falta, nadie habla de eso, pero las sombras de los recuerdos remueven el sueño, el eco del dolor viaja en el silencio  de los extraños, alguien le cubrio rutinariamente su rostro inanimado, le sacó el tubo de sus labios con los que alguna vez hablé, los que alguna vez me besaron, murió cc.

lunes, 3 de octubre de 2022

Prisión

Voltea y baja la mirada, su cara esta enmarcada por los oxidados barrotes de la prisión, debajo de ellos las lagrimas corren contenidamente, se oyen más de lo que se pueden ver, - mi esposa me regañaba porque estaba tomando mucho - su voz apenas se escucha sobre el estruendo del encierro, - ya me dijeron que el chico que maté es el hijo del comandante- da un trago hondo a su interior el cual intenta desbordarse, - cuando paso los otros le hacen como cochino,  grorrr gror, - suena como un ronquido grave, ~eso quiere decir que ya me vendieron, que me van a matar- esta vez puede contener aun menos el llanto y se interna a la lúgubre lumiciencia de su celda, allí dentro nadie debe verlo llorar. Al retirarse de los pabellones de la vieja prisión, mientras viaja por los túneles encharcados que dividen al hombre de sus parias, el psiquiatra sueña con la historia de aquel hombre, lo ve allí en su casa  y por insistencia de su esposa al minuto siguiente está con su hijo y su mejor amigo, buscando croquetas para su perro, el auto se desplaza por los rayos de un sol que duerme, y cada vez más tenues no logran atestiguar cuando se hacen del alimento canino, dice que un chico los amenazó, los intento intimidar y él entre envalentonado y pedante, frente a su hijo se "defendió",  - traía los cuchillos de mi trabajo - decia entre pausas de inspiraciones cortadas, -yo no quería matarlo,  ya había tomado bastante, mi esposa me decia que ya debía de dejar el alcohol- y antes de quitarse su bata y retirarse del recinto el médico se permite una última imagen mental, como el flash de una camara que quema la retina, asi apareció el recluso reclinado entre sollozos apagados, sobre las paredes de su nuevo hogar.